Estrategia de inversión
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Los aranceles siguen siendo un tema central en la agenda global. Tras una pausa temporal en las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos, todas las clases de activos mostraron un alivio notable. Sin embargo, la semana pasada, el presidente Donald Trump retomó su ofensiva, esta vez contra Europa y Apple, sacudiendo unos mercados que hasta entonces mostraban signos de recuperación. En mayo, la volatilidad se acentuó aún más, impulsada por la decisión de Moody’s de unirse a Fitch y S&P Global en la rebaja de la calificación crediticia del gobierno estadounidense, que pasó de AAA a Aa1 debido a crecientes preocupaciones fiscales. Este contexto, sumado a la aprobación en la Cámara Baja de un proyecto de ley expansivo, provocó que la tasa a 30 años superara brevemente el 5% por primera vez desde octubre de 2023.
El impacto negativo autoinfligido en los activos estadounidenses ha impulsado a las bolsas internacionales, respaldando así nuestro llamado a la diversificación global. Y aunque nuestro enfoque no se centra en los mercados emergentes, no podemos dejar de destacar los impresionantes retornos de América Latina en lo que va de año: el índice regional de renta variable ha subido aproximadamente 23% en términos de dólares, impulsado por Colombia (+35%), México (+28%) y Chile (+27%). Sin embargo, la desconexión entre el desempeño bursátil y los fundamentos es cada vez más evidente, ya que algunos países comienzan a sentir los efectos de los aranceles. Tal es el caso de México, donde los datos comerciales de abril reflejaron una caída mensual de 5% en las exportaciones de automóviles.
A continuación, compartimos nuestra actualización mensual sobre macroeconomía, política y perspectivas de mercado para la región.
Macroeconomía:
Ante la disminución en la probabilidad de una recesión en Estados Unidos, nuestros colegas del banco de inversión han revisado al alza las proyecciones de crecimiento para América Latina, respaldadas además por un desempeño del sector primario mejor de lo esperado. Sin embargo, persisten riesgos para el consumo interno y las exportaciones, y se prevé que la expansión económica se mantenga por debajo de su potencial tanto en 2025 como en 2026.
La economía mexicana se encuentra al borde de la recesión. Durante el primer trimestre del año, el Producto Interno Bruto (PIB) registró un modesto crecimiento anualizado de 0,8%, tras una contracción de 2,6% en el cuarto trimestre de 2024. El país enfrenta una demanda interna debilitada, mientras que los datos comerciales de abril ya reflejan el impacto de los aranceles sobre las exportaciones automotrices. Nuestros economistas anticipan que la actividad económica se alineará más claramente con la debilidad del consumo, registrando una caída más pronunciada en los trimestres intermedios del año. Ahora que se estima que el riesgo de recesión en Estados Unidos es inferior al 50%, se proyecta una desaceleración más moderada en México, con un retroceso de 0,5% este año, frente al 0,7% previsto anteriormente.
Por su parte, en Brasil existe un riesgo al alza para el pronóstico de crecimiento del PIB este año. Se espera que el informe del primer trimestre revele una expansión de 5,8%, impulsada por una cosecha agrícola récord, una sólida producción minera y un repunte del consumo. Sin embargo, nuestros economistas mantienen la previsión de una desaceleración significativa en el segundo semestre de 2025, debido a un ajuste monetario adicional, impulso fiscal negativo y enfriamiento de la economía global.
En la región andina, la actividad económica se mantuvo sólida en el primer trimestre de 2025, favorecida por términos de intercambio positivos y condiciones monetarias menos restrictivas. El avance del PIB de Chile estuvo impulsado por el consumo y las exportaciones, con un desempeño secuencial que refleja una actividad más robusta (excluyendo al sector minero). Por su parte, Perú registró un aumento real anualizado de 3,7% intertrimestral, apoyado por exportaciones fuertes y un contexto favorable de precios internacionales. Nuestros economistas proyectan ahora una expansión anual de 3,1% interanual para el país, aunque anticipan una desaceleración en la segunda mitad del año. En Colombia, el PIB real subió 3,2% intertrimestral, sostenido principalmente por el consumo de los hogares, pero limitado por la caída en la inversión fija y exportaciones netas. La reducción de tensiones entre Estados Unidos y China también ha mejorado las perspectivas, con una proyección de crecimiento de la economía colombiana en 2025 de 2,5% interanual.
Ante la expectativa de una desaceleración económica, la política monetaria debería seguir una trayectoria a la baja, aunque los recientes datos de inflación advierten sobre la necesidad de evitar medidas agresivas.
En Brasil, se espera que el banco central implemente una última subida de 25 puntos básicos en junio y que inicie el ciclo de flexibilización en diciembre, llevando la tasa de política hasta 10,75 % para finales del próximo año. Por primera vez en mucho tiempo, las previsiones de inflación han disminuido de forma generalizada, ya que la autoridad monetaria ahora describe el balance de riesgos como simétrico (tras el sesgo alcista desde septiembre pasado) y destaca la reducción de los precios de las materias primas como un factor desinflacionario.
Por su parte, el Banco de México (Banxico) ha mantenido una senda de flexibilización monetaria (a pesar de los recientes repuntes en la inflación subyacente) y se espera que la tasa de política alcance 7% para finales de año. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de abril superó ligeramente las expectativas, pero el panorama del componente subyacente sigue mejorando, con riesgos a la baja para las proyecciones. El Comité de Política Monetaria del Banxico ha cumplido con lo esperado al emitir un comunicado moderado, lo que llevó al mercado a anticipar un ritmo similar de recortes en el futuro, en un contexto de desafíos para el crecimiento y con expectativas bien ancladas.
El Banco de la República de Colombia enfrenta una decisión compleja sobre si reanudar o no el ciclo de flexibilización, ya que las tendencias inflacionarias a la baja se han estancado y las perspectivas de crecimiento empeoran. El informe del IPC de abril mostró un aumento inesperado en la inflación general, impulsado principalmente por precios de servicios superiores a lo previsto. El comportamiento de la inflación general y subyacente reduce la probabilidad de un recorte en la tasa de política monetaria en junio, por lo que la decisión de la autoridad monetaria dependerá de la tendencia que arrojen los precios en mayo.
El Banco Central de Chile ha mantenido una postura cautelosa, conservando la tasa de interés oficial en 5%, con una moderada flexibilización prevista para finales de año. El informe del IPC de abril mostró una inflación general menor a la esperada, aunque esto se atribuye a la volatilidad de los precios. La medida subyacente ha mostrado un comportamiento que indica una convergencia del índice general hacia la meta establecida por la autoridad monetaria.
Finalmente, se espera que el Banco Central de Reserva de Perú reduzca la tasa de interés oficial a 3% en diciembre (entraría en terreno expansivo), dado que la inflación se mantiene por debajo de la meta. La junta directiva ha señalado que, con este ajuste, la tasa se aproximaría al nivel neutral y que los futuros movimientos dependerán del comportamiento de los precios y de sus determinantes.
A medida que la actividad se desacelera y la economía enfrenta un entorno más complejo, los gobiernos latinoamericanos podrían sentirse tentados a recurrir al apoyo fiscal. Nuestra atención se enfoca en Brasil, México y Colombia, mientras que en Chile y Perú los economistas locales consideran que existen menores riesgos de una expansión fiscal significativa.
En Brasil, el panorama fiscal es complejo. El déficit primario proyectado es de 0,7% del PIB, lo que limita la capacidad para estimular la economía. Aunque el gobierno se ha enfocado en la consolidación fiscal, el camino presenta numerosos obstáculos, como el aumento de los niveles de deuda y la necesidad de reformas estructurales.
Por su parte, en México, pese a los esfuerzos por fomentar la participación del sector privado mediante un nuevo plan industrial, las restricciones fiscales se han agravado debido al amplio déficit, que se prevé supere las metas gubernamentales. Las buenas noticias en el ámbito fiscal alivian parte de las presiones a la baja y justifican la reducción de las tasas, aunque también señalan que el marco de política macroeconómica requiere condiciones monetarias más laxas para impulsar el crecimiento.
El déficit fiscal de Colombia alcanzó el 2% del PIB en marzo, el nivel más alto registrado en 20 años. Este histórico aumento ha sido confirmado en el informe de seguimiento sobre la recaudación tributaria y el déficit fiscal al cierre del primer trimestre de 2025 publicado por el Comité Autónomo de Regla Fiscal.
La política fiscal de Chile se ha mantenido sin cambios, con un énfasis en la reducción del gasto para compensar desviaciones previas. En Perú, el déficit fiscal ha disminuido gracias al aumento de la actividad económica y a términos de intercambio récord, situándose en 2,2% del PIB para 2025, aunque la demanda externa sigue siendo un desafío.
Política:
El panorama político en Argentina destaca por la notable victoria de La Libertad Avanza de Javier Milei en las elecciones de la Ciudad de Buenos Aires, lo que indica un respaldo a la disciplina fiscal implementada por el gobierno. Tras el lanzamiento de un nuevo programa del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de la significativa liberalización del mercado cambiario, Fitch ha elevado la calificación crediticia del país de CCC a CCC+.
Mientras tanto, el panorama político brasileño se ha visto ensombrecido por el inesperado incremento del impuesto regulatorio conocido como Impuesto a las Operaciones Financieras (IOF), que busca aumentar la recaudación en más de 20 mil millones de reales este año, generando incertidumbre tanto entre empresas como particulares.
En Chile, una nueva edición de la encuesta Plaza Pública Cadem ha revelado que el índice de desaprobación del presidente Gabriel Boric alcanzó 70%, igualando su nivel más bajo desde que asumió el cargo. Todo esto ocurre en un contexto marcado por diversas controversias, como los indultos presidenciales y el asesinato de policías.
Mientras tanto, Colombia ha firmado un acuerdo para integrarse a la Nueva Ruta de la Seda de China, enfocándose en áreas clave como la transición energética e infraestructura tecnológica para fortalecer la cooperación bilateral.
En Estados Unidos, un avance legislativo podría afectar a América Latina: la Cámara de Representantes ha aprobado la ley denominada “One Big Beautiful Bill” (“Un gran y hermoso proyecto de ley”), que contempla un impuesto de 3,5% sobre las remesas enviadas al extranjero por ciudadanos no estadounidenses. Este proyecto, parte de la agenda “América Primero” del presidente Trump, busca ampliar los recortes fiscales de 2017, a la vez que introduce nuevas disposiciones. Actualmente, la iniciativa se encuentra en el Senado, donde probablemente sufrirá modificaciones importantes.
Aunque la posible implementación de este impuesto a las remesas podría representar un desafío adicional para las economías latinoamericanas, especialmente aquellas que dependen en gran medida de estos flujos, es importante destacar que el proyecto aún está pendiente de aprobación en el Senado.
Mercados:
Hasta ahora, América Latina ha tenido un buen desempeño, impulsada por valuaciones bajas y el interés por diversificar inversiones más allá de Estados Unidos. A pesar de riesgos idiosincráticos específicos, el Índice MSCI Mercados Emergentes América Latina repuntó +3,2% en mayo, con Chile (+4,1%), México (+3,8%) y Colombia (+3,8%) a la cabeza. Las divisas se apreciaron en promedio 1% frente al debilitamiento del dólar, mientras que los diferenciales se ajustaron en torno a 19 puntos básicos. Sin embargo, se anticipa mayor volatilidad conforme evolucionen las condiciones económicas globales y las tensiones geopolíticas. Según el país, prevemos una desaceleración regional agravada por estos desafíos particulares. A corto plazo, los inversionistas deberían mantenerse atentos y adoptar un posicionamiento estratégico para afrontar estas incertidumbres.
Aunque la región ha resistido con firmeza los vaivenes del entorno global, factores como los aranceles, las restricciones fiscales y la incertidumbre política seguirán condicionando su evolución. En este contexto, contar con información oportuna y mantener la capacidad de adaptación será fundamental para navegar un escenario en constante cambio. Estamos aquí para ofrecerle las herramientas necesarias para tomar decisiones informadas.
Todos los datos de mercado y económicos son del 27 de mayo de 2025 y fueron obtenidos de Bloomberg Finance L.P.
Definiciones de índices:
Índice MSCI Mercados Emergentes: El Índice MSCI Mercados Emergentes es un índice de acciones ponderado por capitalización bursátil que representa las grandes y medianas empresas en países de mercados emergentes. Cubre aproximadamente 85% de la capitalización de mercado en cada país.
Las noticias sobre comercio continúan dominando las conversaciones a nivel global. Estados Unidos mantiene un arancel base de 10% sobre todas las importaciones, mientras que ha suspendido durante 90 días los gravámenes recíprocos con más de 50 países, excepto China, que continúa enfrentando una tasa de 145%. El presidente Donald Trump ha anunciado una pausa temporal de ciertos impuestos sectoriales, en particular los aplicados a productos chinos. A pesar de estas medidas, la volatilidad del mercado persiste debido a la perenne incertidumbre comercial.
En medio de este vaivén, América Latina se ha mantenido relativamente al margen. Países como México evalúan limitar las inversiones chinas para priorizar el comercio con Estados Unidos, mientras que Argentina busca un acuerdo de libre comercio con ese país. No obstante, las economías latinoamericanas no estarán exentas de la desaceleración global prevista para este año, con impactos que variarán según su grado de exposición a Estados Unidos y China. A continuación, analizamos los acontecimientos más recientes en la región, con énfasis en las tendencias macroeconómicas, cambios políticos y dinámica de los mercados.
Macroeconomía:
El panorama en América Latina sigue siendo heterogéneo. México evitó por poco una recesión técnica en el primer trimestre, gracias a un repunte en la producción manufacturera, favorecido por la anticipación de los aranceles estadounidenses. Las exportaciones crecieron 3,1% interanual, mientras que las importaciones cayeron 6%, lo que evidencia un cambio desde la demanda interna hacia la externa como motor del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), esta dinámica es difícil de sostener. Al mismo tiempo, el consumo privado y la inversión mantienen una trayectoria descendente, con una caída de más de 20% en las importaciones de bienes de capital. Nuestros economistas del banco de inversión proyectan una contracción del PIB de 0,9%.
Las perspectivas de crecimiento de Brasil para 2025 se han reducido a 1,9%, con el sector agrícola proporcionando cierto respaldo en medio de vientos económicos adversos derivados de tensiones comerciales globales y desequilibrios internos.
Colombia comenzó el año con dinamismo, impulsado por la agricultura y los servicios, pero enfrenta un panorama más débil en el segundo semestre debido a la menor demanda externa y las restricciones fiscales. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ajustó su previsión de crecimiento para 2025 de 3% a 2,4%.
Chile, en cambio, muestra resiliencia, con un crecimiento proyectado de 2,2%, respaldado por una calificación crediticia estable de Moody’s y el ciclo de flexibilización monetaria que el banco central planea iniciar en septiembre.
La economía de Perú continúa su expansión sostenida, impulsada por un mercado laboral sólido y el fuerte desempeño de las exportaciones agrícolas no tradicionales, que crecieron 23,8% en febrero. Sin embargo, los riesgos externos derivados de las tensiones comerciales siguen representando una amenaza para su estabilidad.
En general, las proyecciones económicas para América Latina se han reducido de manera sistemática, con expectativas de que las principales economías se expandan por debajo de la tendencia en 2025 y 2026, a medida que entren en vigor los aranceles y se ralentice el crecimiento en los mercados desarrollados.
A pesar del aumento previsto para el próximo mes, se espera que el Banco Central de Brasil inicie un ciclo de flexibilización monetaria en noviembre, con el objetivo de alcanzar una tasa terminal de un solo dígito alto para finales de 2026. Se anticipa que esta medida impulsará la actividad económica a medida que disminuyan las presiones inflacionarias.
En México, Banxico también sigue un camino de flexibilización y se prevé que la tasa de política monetaria alcance 7% para finales de año. A pesar de los recientes repuntes en la inflación subyacente, el banco central mantiene un enfoque moderado, anticipando nuevos recortes para apoyar la economía frente a la débil demanda e incertidumbre comercial.
El Banco Central de Chile está adoptando una postura cautelosa, al mantener la tasa de política monetaria en 5%, con una flexibilización moderada prevista para finales de año, a medida que evolucionan las condiciones económicas globales.
El Banco de la República de Colombia enfrenta una difícil decisión sobre si reanudar el ciclo de flexibilización, dado que la inflación tiende a la baja y las perspectivas de crecimiento se deterioran. Esta decisión se complica por los desafíos fiscales y la necesidad de preservar la estabilidad financiera.
Se espera que el Banco Central de Reserva de Perú reduzca la tasa de política a 3% en diciembre, entrando en territorio expansivo, ya que la inflación se mantiene por debajo de la meta, lo que crea espacio para una flexibilización monetaria que respalde el crecimiento.
El panorama fiscal de Brasil enfrenta desafíos, con un déficit primario proyectado de 0,7% del PIB, lo que limita la capacidad del gobierno para estimular la economía. Aunque se centra en la consolidación fiscal, el camino está plagado de obstáculos, como el aumento de los niveles de deuda y la necesidad de reformas estructurales.
Las restricciones fiscales de México se han visto exacerbadas por el amplio déficit (se prevé superará las metas gubernamentales), a pesar de los esfuerzos por incentivar la participación del sector privado a través de un nuevo plan industrial. El gobierno está trabajando para abordar estos desafíos mediante la mejora de la recaudación de ingresos y control del gasto.
El panorama fiscal de Colombia exige recortes en el gasto para cumplir con las reglas fiscales, y el FMI ha señalado que tanto el déficit público como la deuda están creciendo más de lo previsto. El gobierno trabaja en políticas para respaldar el aumento proyectado de los ingresos y ajustar el gasto para cumplir con sus objetivos fiscales.
La política fiscal de Chile se mantiene estable, con un enfoque en la reducción del gasto para compensar desviaciones pasadas. El gobierno se ha comprometido a mantener la disciplina financiera mientras impulsa el crecimiento económico mediante inversiones específicas.
La política fiscal de Perú también se mantiene estable, con un pequeño superávit general previsto, aunque la demanda externa representa un desafío. El gobierno se enfoca en mantener la estabilidad económica mientras fomenta el crecimiento a través de una gestión prudente de los recursos.
Política:
En Argentina, el FMI confirmó un acuerdo por 20 mil millones de dólares, lo que habilita un desembolso inmediato de 12 mil millones de dólares.
En Brasil, el panorama está marcado por la caída en la aprobación del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, lo que ha alimentado las especulaciones sobre posibles ajustes en su agenda de gobierno.
Calendario de elecciones
Mercados:
Los mercados latinoamericanos han mostrado resiliencia frente a la incertidumbre económica global. Las acciones de la región registraron alzas en el mes de Abril: MSCI México (+12,6%), MSCI Brasil (+4,2%), MSCI Colombia (+4,5%), MSCI Chile (+4,2%) y MSCI Perú (+2,6%). Por su parte, los spreads se han mantenido comprimidos a pesar de las circunstancias, en contraste con las caídas en los mercados desarrollados.
Las monedas de la región se han apreciado ante el debilitamiento del dólar (+8% en lo que va de año), con notables ganancias del real brasileño (+9,2%), peso mexicano (+6,3%) y peso chileno (+4,5%).
En resumen
En términos generales, el panorama de América Latina muestra trayectorias de crecimiento dispares, con Brasil y México enfrentando desaceleraciones, mientras que Chile, Colombia y Perú exhiben una mayor resiliencia. Las políticas monetarias también divergen: Brasil endurece su postura, mientras México avanza hacia una mayor flexibilización. En el ámbito fiscal, los desafíos se mantienen. La dinámica política añade un nivel adicional de complejidad, con las reformas económicas en Argentina y las amenazas arancelarias sobre México al centro de la atención. Los mercados reflejan estas tensiones y los inversionistas continúan siguiendo de cerca la evolución del contexto económico y político.
A lo largo de marzo, las dinámicas económicas globales han estado dominadas por anuncios de aranceles. Recientemente, el presidente Trump anunció un arancel del 25% sobre las importaciones de automóviles, efectivo a partir del 2 de abril. Este movimiento, destinado a generar $100 mil millones en ingresos anuales para los EE.UU., ha suscitado críticas y amenazas de represalias por parte de la UE, Canadá, Japón y Corea del Sur. Los aranceles, que inicialmente apuntan a vehículos completamente fabricados, pronto abarcará también las principales piezas de automóviles.
En medio de estas tensiones, las economías de la región se enfrentan a la reconciliación de sus propios desafíos con las dinámicas comerciales en primer plano. Sin embargo, la depreciación del USD ha permitido una apreciación promedio del 1,5% en las monedas de América Latina, mientras que las acciones regionales han subido y los spreads de crédito se han estrechado, en contraste con una caída del 3% en los mercados desarrollados. Exploremos los últimos desarrollos en la región, centrándonos en las tendencias macroeconómicas, los cambios políticos y los movimientos del mercado.
Macroeconomía:
El panorama de crecimiento de América Latina sigue siendo una mezcla. El crecimiento de Brasil se está desacelerando, con un crecimiento del PIB proyectado de 2,2% para 2025. El sector agrícola sigue siendo un punto fuerte, contribuyendo significativamente a la economía, pero los balances corporativos y el sentimiento del consumidor muestran signos de tensión. La relación de servicio de la deuda está aumentando y los márgenes de ganancia están bajo presión, lo que podría llevar a un retraso en las decisiones de contratación e inversión. Mientras tanto, México se encuentra al borde de la recesión, con una contracción del 1,5% esperada en el primer trimestre. Los datos comerciales de febrero fueron decepcionantes, con exportaciones planas y exportaciones industriales cayendo un 0,3% m/m, sin poder capitalizar la demanda externa en medio de las tensiones comerciales de EE.UU. El sector automotriz, en particular, está arrastrando el rendimiento general de las exportaciones, con una caída anualizada del 20% en las exportaciones de automóviles. Por otro lado, Chile está presenciando una recuperación moderada, con el Banco Central revisando su pronóstico de crecimiento del PIB a 1,75%-2,75%, impulsado por el crecimiento de las exportaciones y el turismo. Colombia está mostrando resiliencia, con los servicios impulsando la actividad económica al alza, a pesar de los desafíos fiscales persistentes. Se espera que el PIB de Colombia crezca un 3,3% en el primer trimestre, respaldado por un sector de servicios robusto. Finalmente, Perú mantiene un crecimiento constante, con un PIB esperado que aumente un 3,1%, respaldado por un mercado laboral fuerte, aunque la demanda externa representa un posible obstáculo.
Política monetaria
La política monetaria en toda la región refleja una variedad de condiciones económicas. Se espera que el Banco Central de Brasil aumente la tasa política al 15,25% a mediados de año para combatir las presiones inflacionarias, ya que, a pesar del crecimiento más lento, se proyecta que la inflación se mantenga por encima del objetivo del 3%. Por el contrario, México está en un camino de flexibilización con Banxico decidiendo unánimemente recortar 50 puntos básicos a 9%. Junto con un crecimiento económico subóptimo y riesgos a la baja a corto plazo para la actividad, el banco central se mantuvo dovish y anticipa recortes consecutivos de 50 puntos básicos (una tasa de fin de año de 7,5% ya que la inflación permanece por debajo del 4%). En Chile, el Banco Central mantuvo la tasa de política estable en 5%, con una moderada flexibilización esperada más adelante en el año, reflejando un enfoque cauteloso en medio de incertidumbres globales. BanRep de Colombia mantiene una alta tasa real para frenar la inflación, pero se anticipa un recorte pronto, alineándose con el BCRP de Perú, que se espera mantenga las tasas estables durante el segundo trimestre, con una posible flexibilización en la segunda mitad del año.
Política fiscal
La política fiscal sigue siendo un enfoque crítico en toda la región. Brasil enfrenta un panorama fiscal desafiante, con un déficit primario proyectado en 0,7% del PIB. La propuesta de reforma del impuesto sobre la renta del gobierno apunta a la neutralidad fiscal, pero el camino hacia la consolidación sigue plagado de obstáculos. Mientras Brasil navega estos obstáculos fiscales, las restricciones de México se ven exacerbadas por un déficit amplio que se espera supere los objetivos del gobierno. La política fiscal de Chile permanece estable, pero los riesgos geopolíticos y las presiones inflacionarias requieren una navegación cuidadosa. Mientras tanto, el déficit fiscal de Colombia es apremiante, lo que requiere recortes de gastos para adherirse a las reglas fiscales, mientras que la política fiscal de Perú permanece estable, con un pequeño superávit titular esperado. Sin embargo, como se mencionó anteriormente, la demanda externa representa un desafío.
Política:
Los desarrollos políticos añaden otra capa de complejidad a la narrativa económica de la región. En Argentina, continúan las negociaciones con el FMI, centrándose en el ajuste fiscal y la flexibilización de las tasas de cambio con el potencial de un acuerdo de libre comercio con los EE.UU. Brasil enfrenta sus propios desafíos políticos, con la aprobación del presidente Lula cayendo, lo que genera especulaciones sobre posibles cambios de política. En México, la incertidumbre política se cierne en medio de amenazas arancelarias y renegociaciones del T-MEC, con la presidenta Sheinbaum equilibrando prioridades domésticas y presiones internacionales. La escena política de Chile permanece estable, con las próximas elecciones no se espera que causen una volatilidad significativa, mientras que el panorama político de Colombia está marcado por desafíos fiscales y regulatorios, con una agenda amigable con el mercado que potencialmente gana tracción.
Mercados:
En el panorama económico global, EE.UU. ha estado en el epicentro de la incertidumbre, con el S&P 500 experimentando una caída del -6,35%. Europa bajó un -2,4%, mientras que MSCI China y el Hang Seng subieron un 4% y un 2%, respectivamente. Por otro lado, América Latina tuvo un desempeño sorprendentemente bueno en el mes, con la mayoría de los países mostrando un rendimiento positivo, excepto por MSCI Colombia, que cayó un -3,12%. Los spreads de crédito fueron mixtos, con México, Brasil y Chile estrechándose, mientras que Perú y Colombia vieron un ensanchamiento, reflejando un aumento del riesgo. Las monedas latinoamericanas se apreciaron a medida que el USD se debilitó, con el MXN subiendo un +1,33% y el PEN un +0,88%, aunque la moneda de Colombia se depreció un -2,25%, coincidiendo con su bajo rendimiento en el mercado de valores. A pesar de la incertidumbre, las economías de América Latina se han mantenido bien.
En resumen
El panorama de la región se ha caracterizado por trayectorias de crecimiento diversas, con Brasil y México enfrentando desaceleraciones, mientras que Chile, Colombia y Perú muestran resiliencia. Las políticas monetarias están divergiendo, con Brasil endureciendo y México flexibilizando, mientras que los desafíos fiscales persisten en toda la región. Las dinámicas políticas añaden complejidad, con las negociaciones del FMI de Argentina y las amenazas arancelarias de México en foco. Los movimientos del mercado reflejan estas narrativas económicas y políticas, con los inversores monitoreando de cerca los desarrollos en toda la región.
Todos los datos de mercado y económicos a partir del 28 de marzo de 2025 y obtenidos de Bloomberg Finance L.P.
Definiciones de Índices
El Índice MSCI China tiene como objetivo evaluar el desempeño de los segmentos de gran y mediana capitalización del mercado chino. Incluye acciones H, acciones B, Red chips, P chips y listados en el extranjero (como ADRs) de empresas chinas, ofreciendo una representación integral del mercado bursátil chino.
El Índice MSCI Colombia tiene como objetivo medir el desempeño de los segmentos de gran y mediana capitalización del mercado colombiano. Busca representar aproximadamente el 85% de la capitalización bursátil ajustada por el flotante libre en Colombia, proporcionando información valiosa sobre el comportamiento de las acciones colombianas.
En 2025, se espera que el crecimiento sea bastante asimétrico en todo el mundo. A pesar de las recientes señales de desaceleración económica, mantenemos una perspectiva positiva sobre el desempeño de la economía de Estados Unidos. En América Latina, observamos tendencias contrastantes: la actividad económica está mejorando en los principales países exportadores de materias primas como Chile y Perú, mientras que las grandes economías orientadas a los servicios, como Brasil y México, están experimentando desaceleraciones.
La incertidumbre derivada de la geopolítica está tomando protagonismo—con los aranceles en el centro de la conversascíon. Los recientes anuncios de aranceles (y posteriores correcciones) por parte del presidente Trump tienen implicaciones significativas para América Latina, particularmente en México. Para un análisis más profundo sobre la dinámica comercial de los socios norteamericanos, puede leer nuestro reciente artículo, Trump 2.0 y el futuro del bloque comercial de América del Norte. Como principal socio comercial de Estados Unidos, las exportaciones constituyen más del 30% del PIB de México. Nuestros colegas del Banco de Inversión estiman que un arancel general del 25% podría llevar a la economía a una recesión, con un crecimiento de apenas -0.1% para todo el año 2025, y la posibilidad de que el MXN se dispare a 23,5. Si, como se ha hablado, los aranceles se implementaran de manera selectiva, el 25% previamente anunciado sobre el acero y el aluminio y posibles extensiones a sectores como el de automóviles y autopartes, aún representa una amenaza directa para las economías más grandes de América Latina, Brasil y México.
Hay mucha incertidumbre respecto a la política estadounidense, pero ayuda entender el marco que la administración actual tiene en mente tal como lo describió el Secretario del Tesoro, Scott Bessent:
La incertidumbre está afectando a las economías a nivel global, lo que resulta en una desaceleración de las inversiones mientras los interesados buscan obtener una visión más clara. Y, nuevamente, América Latina no ha sido una excepción a esto. Profundicemos sobre los últimos impulsores de la región.
Macroeconomía
En los primeros meses de 2025, la trayectoria de crecimiento de América Latina ha sido variada, con algunos países mostrando resiliencia mientras que otros enfrentan obstáculos. El PIB de México se contrajo un 2.5% anualizado en el cuarto trimestre de 2024, y el momentum hacia el primer trimestre de 2025 sigue siendo débil. Nuestra previsión de un aumento del PIB del 2,1% en el primer trimestre parece optimista a menos que haya un repunte significativo en las exportaciones; dicho eso, en general, los economistas de nuestro banco de inversión revisaron sus expectativas de crecimiento para este año a un 0,9% interanual. Brasil, por otro lado, está experimentando una desaceleración, con una reducción del crecimiento esperada para la segunda mitad del año. Aunque la producción agrícola es fuerte, la confianza del consumidor se ha reducido y el endeudamiento de los hogares permanece elevado. En Chile y Perú, el crecimiento ha sido robusto, respaldado por fuertes exportaciones de mercancías, aunque los servicios están rezagados en Chile. El impulso de la actividad en Colombia se desaceleró en el cuarto trimestre de 2024, pero se espera que se fortalezca en el primer trimestre de 2025 debido al consumo impulsado por un aumento del salario mínimo.
Política monetaria
La política monetaria en la región también está divergiendo. En México, Banxico está recalibrando su postura, con expectativas de recortes consecutivos de 50 puntos básicos en marzo y mayo, llevando la tasa de fin de año al 8%. Esto es en respuesta a la inflación que se mueve hacia promedios previos a la pandemia y una marcada desaceleración en la actividad. Por otro lado, el BCB de Brasil ha estado aumentando las tasas de manera contundente, y se espera alcance el nivel más alto en casi 20 años debido a las crecientes presiones inflacionarias; nuestras expectativas son que las tasas alcancen el 15,25% para el cuarto trimestre de 2025. En Chile, se espera que el banco central mantenga la tasa de política estable hasta la segunda mitad del año, mientras que el BanRep de Colombia ha pausado su ciclo de flexibilización pero se espera que lo reanude con cautela. El BCRP de Perú mantiene una postura dependiente de los datos, con la tasa de política cerca de un nivel neutral.
Política fiscal
Observamos consistencia en la política fiscal, que sigue siendo un enfoque crítico en toda la región. En México, los desafíos fiscales se ven exacerbados por un crecimiento decepcionante, con un déficit total que se espera alcance aproximadamente el 4,5%, superando el objetivo del gobierno. Brasil está limitado por un espacio fiscal reducido para contrarrestar la desaceleración del crecimiento, con posibles nuevas medidas de crédito y reformas fiscales en el horizonte. Mientras tanto, Argentina continúa ejerciendo restricción fiscal, lo que permitió al país lograr un superávit fiscal primario en enero, aunque los cambios en los ingresos presentan desafíos. En Colombia, se proyecta que el déficit fiscal se amplíe y ejerza más presión sobre las condiciones financieras internas. De hecho, Fitch revisó la perspectiva crediticia de estable a negativa debido a los crecientes riesgos fiscales, como los altos niveles de deuda y la incapacidad del gobierno para implementar recortes de gastos suficientes. Se espera que el déficit fiscal de 2024 alcance el 6.7% del PIB, superando las estimaciones anteriores. Por el contrario, la política fiscal de Perú se mantiene estable, con un pequeño superávit en el balance general anticipado.
Política:
Los desarrollos políticos han sido variados en toda la región. En Argentina, el presidente Milei enfrentó ruido político tras un incidente con una criptomoneda, pero su índice de aprobación se mantiene resistente. Por otro lado, el presidente Milei firmó un Decreto de Necesidad y Urgencia que permite al gobierno negociar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, enmarcado en un Programa de Facilidades Extendidas con un período de pago de hasta 10 años. Además, el presidente de EE.UU., Donald Trump, mostró interés en un acuerdo de libre comercio con Argentina, elogiando el liderazgo de Milei y su trabajo en la revitalización del país, lo que representa un cambio significativo en las relaciones entre ambos países. En Brasil, la aprobación del gobierno ha caído, lo que ha generado especulaciones acerca de posibles anuncios de políticas. México enfrenta incertidumbre con los aranceles confirmados por la administración Trump, lo que genera preocupaciones sobre una recesión. En Colombia, los cambios en la composición de la Junta del BanRep podrían cambiar la postura de la política monetaria hacia un enfoque más moderado.
Mercados:
Los movimientos del mercado han sido influenciados por factores tanto económicos como políticos. En promedio, los seis principales mercados de renta variable de la región se mantuvieron estables en el mes de febrero, mientras que el S&P 500 cayó alrededor de un 1%. En Argentina, el incidente de la criptomoneda llevó a un aumento en la volatilidad del mercado, con un incremento en las primas de los bonos y una ampliación de la brecha cambiaria. Mientras tanto, en Brasil, las presiones inflacionarias y un déficit en cuenta corriente en expansión han continuado afectando el sentimiento del mercado, con las acciones cayendo aproximadamente un 5%. Aunque México ha mostrado bastante resiliencia con el MSCI México subiendo un 3% y el MXN apreciándose marginalmente frente al USD en febrero – lo cual se atribuye a debilidad del USD, las acciones cayeron alrededor de un 5% y el MXN se depreció aproximadamente un 1% inicialmente tras el anuncio de los aranceles por parte de Estados Unidos. En Chile, el sentimiento positivo respaldado por fuertes exportaciones impulsó las acciones al alza alrededor de un 4%.
En resumen
El panorama económico de América Latina en 2025 se caracteriza por un crecimiento asimétrico, con Chile y Perú prosperando, mientras que México y Brasil enfrentan desaceleraciones. Las incertidumbres geopolíticas, especialmente los aranceles de EE.UU., impactan fuertemente en la región, con México particularmente expuesto. Las políticas monetarias varían, y van desde la reducción de tasas de México o el aumento de tasas de Brasil para enfrentar la inflación. Los desafíos fiscales persisten, y países como México y Brasil enfrentando un espacio fiscal limitado. Políticamente, la región experimenta desarrollos diversos. El liderazgo de Argentina continúa mostrando resiliencia en medio de las controversias, mientras que Brasil y México lidian con incertidumbres políticas y económicas.
América Latina se encuentra en una encrucijada, con importantes desafíos internos y cambios globales al frente. La reciente toma de posesión del presidente Trump ha introducido nuevas dinámicas que podrían impactar potencialmente el comercio, la política monetaria y las estrategias fiscales de la región. La incertidumbre sigue siendo alta, mientras la nueva administración de EE. UU. utiliza la amenaza de aranceles como vehículo para negociar intereses estadounidenses no relacionados con el comercio. Las discusiones sobre posibles cambios de políticas continúan, con los aranceles convirtiéndose en una fuente de ingresos atractiva en medio de déficits crecientes.
El pasado fin de semana, el presidente Trump anunció un arancel del 25% sobre todas las exportaciones mexicanas y canadienses a los EE. UU., excepto las exportaciones de energía de Canadá, que se gravarían con solo un 10%. Tras la noticia, el peso mexicano (MXN) se movió más del 4% en el día después de que se anunciara que los aranceles a México se retrasarían un mes mientras evolucionan las conversaciones sobre estrategias de seguridad en la frontera sur de EE. UU. Por otro lado, el dólar canadiense (CAD) experimentó un salto en la apertura del mercado el lunes y se ha recuperado ligeramente desde entonces. La situación sigue siendo incierta. La única certeza es que los mercados incorporarán una prima de riesgo arancelario mucho más alta en el futuro. El presidente Trump ha mostrado interés en revisar los términos del T-MEC antes de lo previsto, originalmente programado para julio de 2026, lo que podría ocurrir tan pronto como el primer trimestre de 2025. Dadas las acciones recientes, esta revisión del T-MEC podría convertirse en una renegociación completa de todo el tratado, lo que prolongaría la incertidumbre en la inversión y tendría implicaciones más amplias para la economía de México. El enfoque de la administración de Trump en la inmigración y la lucha contra los cárteles de la droga, incluida la controvertida designación de los cárteles como Organizaciones Terroristas Extranjeras (Foreign Terrorist Organizations, FTOs por sus siglas en inglés), añade complejidad a la agenda comercial de América del Norte.
La amenaza de los aranceles se extiende más allá del bloque comercial de América del Norte. El presidente colombiano, Gustavo Petro, inicialmente negó la entrada a aviones militares estadounidenses que transportaban migrantes deportados, a lo que el presidente Donald Trump respondió con una amenaza de aranceles del 25% sobre las importaciones estadounidenses desde Colombia (y la posibilidad de aumentarlos al 50% una semana más tarde). El presidente Petro respondió con una propuesta equivalente. La crisis se resolvió de la noche a la mañana cuando Colombia confirmó que admitiría la entrada de los individuos deportados, lo que llevó a EE. UU. a pausar la amenaza comercial. Este incidente ha sido un primer ejemplo de cómo se pueden empezar a usar los aranceles y las guerras comerciales para avanzar en intereses no comerciales, lo que en este caso terminó afectando a la confianza en los activos colombianos y dejó la puerta abierta a futuros enfrentamientos. A pesar de que se evitó la crisis, el peso colombiano (COP) se debilitó un 2% cuando los mercados abrieron la siguiente semana.
El riesgo de aranceles sobre el peso colombiano se ha unido a las tendencias observadas en los mercados de divisas globales, con el imparable fortalecimiento del USD.
Más allá de las amenazas comerciales y arancelarias, esta semana vamos a explorar en este artículo los paisajes económicos, desarrollos políticos y movimientos del mercado en México, Brasil, Chile, Perú y Colombia.
Visión General Macro
En línea con nuestras expectativas de una desaceleración generalizada en el crecimiento del PIB este año, el impulso en América Latina está disminuyendo. Nuestra visión cautelosa se basa en riesgos exógenos, pero las fuentes de crecimiento internas también se están normalizando después de dos años de actividad inusualmente fuerte. Esta tendencia se mantiene para la mayoría de las economías de la región, excepto Perú y Argentina, donde el impulso sigue siendo fuerte en gran medida gracias al sector minero.
La economía de Brasil muestra signos de moderación después de un sólido 2024. La inflación sigue en el centro de todas las miradas, especialmente después del dato de Enero, el cual registró un el IPC mayor que en meses anteriores. Dada esta trayectoria y la inflación relativamente plana del año pasado, todavía esperamos una tasa de IPC del 5.5% para fin de año para el país.
Las perspectivas de crecimiento de México se han visto afectadas por las posibles tensiones comerciales con EE. UU. El proxy mensual del PIB para noviembre mostró un modesto aumento del 0.4%, pero la amenaza inminente de aranceles podría obstaculizar las perspectivas de crecimiento--con un pronóstico del 1.3% para 2025. Aunque la inflación subyacente en descenso podría fomentar una política monetaria más expansiva, las debilidades cíclicas del turismo y el aumento de los salarios aumentan la presión para que Banxico se mantenga cauteloso.
La economía de Chile sigue expandiéndose, aunque a un ritmo más lento. Se proyecta un crecimiento anual del PIB del 2.0% para 2025, apoyado por una fuerte demanda interna y un sector minero resiliente. Sin embargo, la postura cautelosa del banco central sobre la política monetaria refleja las incertidumbres económicas subyacentes.
El impulso de crecimiento de Perú sigue siendo sólido, con un aumento del PIB del 3.1% en 2024. Se espera que el sector minero siga siendo un motor clave, con la economía creciendo un 2.7% en 2025 a pesar de los vientos en contra globales.
Colombia enfrenta un entorno de crecimiento complejo, con un crecimiento del PIB proyectado del 2.5% para 2025. Los datos recientes de actividad indican una desaceleración, pero el enfoque del gobierno en las reformas fiscales podría impulsar las perspectivas económicas.
Los primeros en flexibilizar la política monetaria pueden ahora enfrentar un retroceso inflacionario. Esto es evidente en Brasil, donde se espera que el Banco Central continúe subiendo las tasas mientras la inflación permanezca por encima del objetivo y las expectativas de inflación se mantengan desancladas. Chile mantiene un enfoque cauteloso mientras el impulso se acelera ante una inflación obstinadamente por encima del objetivo. Por su parte, México, Colombia y Perú continúan recortando tasas para estimular el crecimiento económico.
En Brasil, el banco central mantiene su postura agresiva, con aumentos de tasas esperados de 100 puntos básicos en las próximas dos reuniones, seguidos de 50 puntos básicos cada una subsecuentemente. Nuestros economistas de la Banca de Inversión proyectan que la tasa SELIC alcance el 15.25% para mediados de 2025. Esta sería la tasa de política más alta en casi 20 años, considerada apropiadamente restrictiva ante las presiones inflacionarias que estamos viendo. Dado el alto nivel de incertidumbres geopolíticas, será crucial monitorear la orientación futura y el sentimiento del BCB en las próximas reuniones.
Las perspectivas de inflación de México han mejorado con el IPC de enero llegando más bajo de lo esperado en 3.7% interanual, impulsado por la disminución de los precios de los alimentos crudos y procesados. Aunque se espera que Banxico continúe su ciclo de flexibilización, es probable que la cautela prevalezca en los próximos meses. Se calcula que la tasa de política alcance el 8.5% para fin de año a medida que disminuyan las presiones inflacionarias.
Es probable que el banco central de Chile mantenga un enfoque cauteloso, con la tasa de política esperada para permanecer estable en el corto plazo. La inflación permanece por encima del objetivo, pero el banco central mantiene sus esfuerzos en apoyar el crecimiento.
El BanRep de Colombia mantuvo la tasa de referencia sin cambios en enero, a pesar de menores presiones inflacionarias anticipando un entorno volátil ante los riesgos arancelarios. La tasa de política se proyecta que alcance el 7.25% para fin de año, alineándose con el objetivo de inflación del banco central.
El banco central de Perú continúa su ciclo de flexibilización, con la tasa de política esperada para alcanzar el 4.25% para mediados de 2025. La inflación se mantiene bajo control, lo que está permitiendo una mayor flexibilización monetaria.
Se han publicado pocos datos nuevos sobre el panorama fiscal. Sin embargo, nuestras opiniones sugieren una perspectiva desafiante para los déficits fiscales en toda la región a medida que el crecimiento se desacelera en medio de la incertidumbre comercial. El principal movimiento podría venir de México, cuyo déficit se espera disminuya este año gracias a una la base de comparación alta que resultó del importante programa de gasto del año electoral 2024.
México se centra actualmente en reducir el déficit a través de un ambicioso presupuesto para 2025, que, si tiene éxito, ayudaría a preservar la sostenibilidad fiscal y la estabilidad en el país. Nuestros economistas de la banca de inversión esperan un déficit del 1.2% del PIB para 2025 para el país.
El panorama fiscal de Brasil sigue siendo desafiante, con un déficit proyectado del 2.8% del PIB para 2025. El gobierno se centra en mantener la estabilidad fiscal, pero se necesitan reformas estructurales para abordar la rigidez presupuestaria.
La fortaleza fiscal de Chile está respaldada por una gestión prudente, con un déficit proyectado del 3.3% del PIB para 2025. El compromiso del gobierno con la disciplina fiscal proporciona una base sólida para el crecimiento.
La perspectiva fiscal de Perú sigue siendo estable, con un déficit proyectado del 2.4% del PIB para 2025. El enfoque del gobierno en la disciplina fiscal y la inversión en infraestructura apoya la resiliencia económica.
Las reformas fiscales de Colombia están destinadas a reducir el déficit, proyectado en el 3.6% del PIB para 2025. El enfoque del gobierno en la responsabilidad fiscal es clave para sostener el crecimiento.
En política:
El comercio será un enfoque central en 2025. La reciente inauguración del presidente Donald Trump en los Estados Unidos ha introducido nuevas incertidumbres sobre las políticas comerciales y las asociaciones. México está en el centro de la agenda comercial, con el presidente Trump amenazando con un arancel del 25% sobre las exportaciones mexicanas. La designación de los cárteles como Organizaciones Terroristas Extranjeras (FTOs) por parte de EE. UU. podría tener repercusiones económicas significativas para México. En Colombia, las recientes tensiones con EE. UU. sobre las políticas de deportación se han resuelto, pero destacan el delicado equilibrio de las relaciones internacionales.
Con respecto a Argentina, el presidente Milei señaló su disposición en Davos de abandonar Mercosur en busca de un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos. A la luz de intentos anteriores de establecer acuerdos comerciales entre Mercosur y EE. UU. que en gran medida fracasaron (como se vio en 2005 con el Tratado de Libre Comercio de las Américas), Argentina busca impulsar aún más su recuperación económica, incluso si requiere acciones más drásticas.
En los mercados:
A pesar de los recientes anuncios y especulaciones, los mercados de América Latina han mostrado resiliencia. En general, las monedas y los mercados de valores han sido más fuertes este mes, a pesar de los grandes movimientos intradía desencadenados por el flujo de noticias.
En Brasil, el reciente estrés del mercado se ha aliviado, beneficiado por las tensiones comerciales entre EE. UU. y China—lo que allana el camino para un mayor crecimiento económico y perspectivas de balance comercial. Brasil se presenta como una fuente alternativa de bienes que China actualmente importa de EE. UU. A pesar de las significativas salidas de divisas impulsadas por carteras en diciembre, la calidad de las salidas fue menos preocupante de lo que se temía inicialmente. Como resultado, el BRL se apreció un 4.5% en los últimos días, a la luz de las noticias económicas y las altas expectativas de aumentos de tasas.
El peso colombiano, a pesar de las noticias y la escalada sobre los deportados, ha cerrado el mes de enero solo un 0.51% abajo. El peso mexicano también cayó un 2.89% antes de recuperarse más de un 1% en un día, ya que la inauguración de Trump generó temores sobre posibles cambios de políticas en los próximos meses.
Se espera que las ganancias se recuperen ampliamente en América Latina, alimentando el impulso visto a principios del año. Los mercados con las ganancias más sustanciales también fueron los más baratos desde una perspectiva de precio a ganancias (P/E), con Colombia y Brasil como los mayores ganadores. A pesar de la incertidumbre política, América Latina se beneficia de un posicionamiento técnico ligero. Mientras navegamos por la incertidumbre de inversión, seguimos siendo cautelosos este año y preferimos centrarnos donde la visibilidad es más clara para construir resiliencia en la cartera. Nuestros mercados preferidos siguen siendo EE. UU. y Japón, con asignaciones selectivas (y tácticas) solo a partes de Europa y mercados emergentes.
En resumen
Como ya analizamos en nuestra perspectiva regional para 2025, los países de América Latina enfrentan el desafío de navegar una compleja interacción de políticas internas y desarrollos globales. Los recientes cambios en la administración de EE. UU. han introducido incertidumbre, particularmente en las estrategias comerciales y fiscales, y ponen en cuestión las perspectivas de crecimiento para este año. A medida que avanzamos, el enfoque estará en mantener la estabilidad económica y fomentar el crecimiento en medio de incertidumbres globales.
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